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Cálculo de la Huella de Carbono ¿Por dónde empezar?

Tras nuestro anterior artículo sobre el concepto de huella de carbono, una de las primeras dudas que surgen es: Y ahora, ¿Por dónde empiezo?

Existen diferentes normas aplicables en el cálculo de la huella de carbono. En este caso, seguiremos la norma ISO 14064, que es un estándar de carácter internacional que establece las bases para acreditar y garantizar los cálculos realizados para el reporte de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) de las organizaciones y que se utiliza como metodología para calcular la huella de carbono. La norma consta de tres partes y, en un principio, la ISO 14064-1 (Especificación con orientación, a nivel de las organizaciones, para la cuantificación y el informe de las emisiones y remociones de gases de efecto invernadero), indica que debemos establecer los límites de nuestro cálculo, en este caso los límites de la organización y los límites operativos.

Es muy importante definirlos de forma clara e inequívoca para así poder comparar los resultados de las huellas de carbono de futuros ejercicios y de este modo evaluar la mejora o empeoramiento de nuestras emisiones de GEI.

Límites de la organización

Debemos identificar las sedes o ubicaciones físicas donde se desarrollan las operaciones de nuestra organización y sobre las cuales tenemos un control operacional en cuanto a disposición de datos.

Límites operativos

Debemos identificar las emisiones de GEI asociadas a las operaciones de la organización y clasificarlas según el tipo de emisión:

La norma ISO 14064-1 establece dos grandes bloques de emisiones de GEI:

  • Emisiones directas, son las emisiones sobre las que se tienen control, procedentes de las instalaciones y procesos dentro de los límites de la organización.
  • Emisiones indirectas, son las emisiones que no se encuentran bajo el control de la organización.

Estos dos grandes bloques, se estructuran en distintas categorías:

Tabla 1: Categorías de emisiones según ISO 14064-1. *El concepto alcance se sigue utilizando hoy en día en algunas metodologías oficiales

De este modo y una vez definidos los límites de nuestro cálculo, podemos empezar a elaborar el Inventario de datos GEI. Obviamente, estamos en una fase muy inicial del inventario, pero de algún modo ya podemos empezar a asociar a cada uno de nuestros procesos los diferentes tipos de emisiones.

En los próximos artículos detallaremos los datos que incluyen cada una de las categorías citadas en la tabla 1. Por el momento os animamos a intentar asociar cada uno de vuestros procesos a las categorías de emisiones que os hemos presentado.