Nuevos Reglamentos europeos en el ámbito de los gases fluorados de efecto invernadero y sustancias que agotan la capa de ozono
Los dos Reglamentos publicados forman parte de la estrategia de la Unión Europea para alcanzar la neutralidad climática en 2050.
Reglamento (UE) 2024/590 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 7 de febrero de 2024, sobre las sustancias que agotan la capa de ozono, y por el que se deroga el Reglamento (CE) nº 1005/2009.
El Reglamento (UE) 2024/590 es un hito legislativo significativo en la lucha contra la degradación ambiental, específicamente en la protección de la capa de ozono. Adoptado el 7 de febrero de 2024, este reglamento reemplaza al anterior Reglamento (CE) n.o 1005/2009 y establece medidas más estrictas para controlar las sustancias que agotan la capa de ozono. El nuevo reglamento es parte de una estrategia más amplia de la Unión Europea para alcanzar la neutralidad climática y evitar la contaminación para 2050, en línea con el Pacto Verde Europeo. Además, refuerza el compromiso de la UE con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y el Octavo Programa de Acción en materia de Medio Ambiente.
Principales medidas:
Las principales medidas del Reglamento se centran en la producción, importación, exportación, comercialización, almacenamiento y suministro de sustancias que agotan la capa de ozono, así como en su uso, recuperación, reciclaje, regeneración y destrucción. Además, incluye disposiciones sobre la notificación de información relacionada con dichas sustancias y sobre la importación, exportación, comercialización y uso de productos y equipos que contienen o dependen de estas sustancias.
Qué sustancias específicas se abordan:
El Reglamento aborda una variedad de sustancias que han sido identificadas como dañinas para la capa de ozono. Estas incluyen los clorofluorocarbonos (CFC), hidroclorofluorocarbonos (HCFC), halones, tetracloruro de carbono, tricloroetano, y bromuro de metilo, entre otros.
Reglamento (UE) 2024/573 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 7 de febrero de 2024, sobre los gases fluorados de efecto invernadero, por el que se modifica la Directiva (UE) 2019/1937, y se deroga el Reglamento (UE) nº 517/2014.
El Reglamento (UE) 2024/573, promulgado por el Parlamento Europeo, aborda específicamente los gases fluorados de efecto invernadero, que son conocidos por su alta capacidad para retener calor en la atmósfera y contribuir al calentamiento global. Con el objetivo de reducir estas emisiones, el reglamento modifica la Directiva (UE) 2019/1937 y deroga el Reglamento (UE) nº 517/2014, estableciendo un marco más estricto para el manejo de estos gases.
Principales medidas:
Este reglamento es un paso significativo en la lucha contra el cambio climático, ya que regula la contención, uso, recuperación, reciclaje, regeneración y destrucción de estos gases, que son conocidos por su alto potencial de calentamiento global.
Se incluyen disposiciones sobre certificación y formación para la manipulación segura de los gases fluorados y sustancias alternativas no fluoradas.
Qué gases fluorados se incluyen en el Reglamento:
Los gases fluorados que se incluyen en el Reglamento (UE) 2024/573 son aquellos conocidos por su alto potencial de calentamiento atmosférico. Estos incluyen los hidrofluorocarburos (HFCs), que son utilizados comúnmente en refrigeración y sistemas de aire acondicionado. El reglamento establece una reducción gradual en la producción y uso de HFCs, con el objetivo de disminuir significativamente su presencia en el mercado europeo y, por ende, su impacto en el calentamiento global. También, se promueven medidas para la recuperación y reciclaje de estos gases, así como la prevención de fugas y la promoción de alternativas menos dañinas para el medio ambiente.
Alternativas para reemplazar los gases fluorados:
Las alternativas propuestas para reemplazar los hidrofluorocarburos (HFCs) incluyen opciones más sostenibles y con menor potencial de calentamiento global. Entre estas alternativas se encuentran los hidrofluoroolefinas (HFOs), que tienen un impacto mucho menor en el calentamiento atmosférico y son considerados como una opción de transición hacia refrigerantes con cero emisiones.
Se están desarrollando tecnologías basadas en refrigerantes naturales como el amoníaco, el dióxido de carbono y los hidrocarburos, que no solo reducen el potencial de calentamiento global, sino que también mejoran la eficiencia energética de los sistemas de refrigeración. Estas soluciones representan un cambio significativo en la industria y requieren adaptaciones en diseño y manejo de equipos, así como capacitación para los técnicos en las nuevas tecnologías.